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Para muchos el arte y la escultura debe ser algo bello, una búsqueda por representar la parte más hermosa de la naturaleza y el ser humano. Pero como siempre ocurre, no todos piensan así, y ese es el caso de Shain Erin, un artista que se formó en Bellas Artes en el Art Institute de San Francisco que se hizo famoso gracias a su peculiar forma de arte: unas macabras muñecas que muy pocas personas quisieran tener en sus casas.
Pero Shain no es solamente una persona que intenta incomodar con sus obras, de hecho, muchas de ellas están basadas principalmente en el propio mundo e historia del arte, así como en mitologías de muchas culturas e incluso en la cultura popular. Y al mezclar todo esto y retorcerlo al extremo es que Shain logra conseguir sus bizarros personajes.
Tal vez lo interesante de su trabajo se deba a todos los métodos que llega a utilizar, pues se desarrolla en dibujo, pintura, escultura y medios digitales. Pero a pesar de todo lo que ha hecho, sus muñecas se han vuelto una obsesión, creando muchísimos, cada uno más bizarro y macabro que el otro.
Todas hechas a mano, con rasgos grotescos, tétricos, y que para algunas personas incluso en ellas hay belleza. Pues su público afirma que se puede percibir por ojos extraños, y caras deformes algo real y muy humano. Algo muy extraño ya que estamos viendo lo equivalente a monstruos mitológicos.
Y para Shain lo más interesante no radica solamente en crear algo bello o no, sino que se trata, según el artista, de una representación de las percepciones personales y miedos más profundos que existen dentro de todos nosotros. Llamados como juguetes de muerte por su creador, bien atinado el nombre, las muñecas de Shain seguirán siendo interesantes y macabras mientras haya miedos profundos dentro de las personas.
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